viernes, 6 de marzo de 2009

Canto I

Si hay más de vidrio
en recoger tus muñecas de mis sombras
como figuras que se jalan
para anudarse en un zapato,
tendré por bien darle a mis llaves
que otrora intento fueron ruido;
veré tu verbo en mi vacío;
detendré en mi vaso la gota.

Si el soliloquio de verano
te engendrará como a las hojas
y encimarás mi voz
cual rima añeja
y más besada,
bien cuidaré
dormir tu pausa
para olvidar que en vano el río no cesa,
un lienzo por cada palmo,
un cielo por cada pieza;
ala
libando un atrio
de infinita mudez,
de infinito canto.

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