miércoles, 30 de junio de 2010

Teátrame (y sobre un gesto débil e inocente gira el mundo)

Apoyé mi palma
sobre tu mano
y asentando su extenso
medité de gravedades,
alzando el vientre
erguí el plexo
y solté mis pies
hacia el aire,
en tibias formas florales
vestí sin sol la interjección,
reloj del vilo pronuncié,
sobre tu gesto
ahogué mis ojos
y floté.

Luego caer
sobre tu piel
de verba china
rodando ovillo
que a la línea
se estigma y exhala,
huir de a grietas
del silencio en tu garganta
y ser la mansa agua
en la sonoridad del complemento,
el cimbre armónico
que funde en instrumento
el cavilar del gato
sobre la ventana.

Con pestañar
eres teatro
de mis verbos de soñar.