lunes, 4 de noviembre de 2013

7 días a cuchillo

I
En la lengua
manará la tibia fractura,
la farmalocura de habitarnos como guantes
nos valdrá por la carne que exceda al fin de lo dado,
la cadencia que nos legan
como artilugio a dar escena
nos trepará el cuello
con letras que otro gigante habrá antojado,
sobre el lomo de mi tejado
las alas de un tiempo brillante
te bailarán violetas,
la sangre oscura de las promesas
compelerá al fulgor liviano,
seremos huellas de lo versado
en párpados niños
que lluvias vuelan.

II
De corriente llanto
te proceso en mí,
con las manos en jaula
te desando en el plexo,
de botella que cede
ante el río tensado,
la pantalla de muerte
es un vidrio que hiende a toda percepción,
hay dragones que caen
y el mundo es lo flotante,
la arcada colapsa en lo posible.

El pitar relámpago
en esta trunca galera
como una flor vocifera lo urgente,
la sombra es el rebaño de un color que no alcanza a exceder,
a fraguar la pared que sostiene al viento.

Que no sepa a canción
es culpa de mis ojos,
que sepa inaugurarme en el dolor
Son mis ojos.

No estoy quieto,
mas de ahuecarme,
te ornaría creciendo en mi pelo,
biblioteca de truenos y sepias de sillón.


III
La licuación de la pulpa de los ojos,
la colibridación
hecha solo una rama fatua en los espejos,
la carne habitada de moscas.

Un sueño artero
es el que seca
en los colmillos de la luna.


IV
En el brote
que ovillan tus uñas
un pájaro duerme
perfumado de pasillos,
al girar el rostro
tensa un entramado coral,
salir de tu boca a la calle
me alarga las sombras.

Al estrago de un celuloide que roda
puedo oír morder la soga
que me aguza el paso,
es el placer que del pesar
también des luna,
los relojes
no están hechos para medir los sueños.

Eso que despierta con tus ojos,
lo que traes de amar u odiar ya rato,
tiene la plaza
y los postigos de mi patio.

viernes, 26 de julio de 2013

A mano alzada VII: De elefantes y perros

El estero
de mis fugas
articuló
           al fin
                  la puerta,
antes que yerta
la certeza es un puñal de ataduras.

Que río adentro
habrá vida,
habrá vino del sedimento,
que libro abierto
vaga ciega el alma
con la ansiedad de los fantasmas
y la boca famélica,
que niño adentro
hay que respirar,
sembrar en toda realidad
lo que se ama de los perros.

Sobre la luna,
mi jardín de vos
me empuja el verbo y la hamaca,
los elefantes de la plaza
también pisarán las rejas.

Quien no cree, no ala.

viernes, 31 de mayo de 2013

Puedo serlo todo


Sueño que caza           
tu nube un gorrión
y vacila al pronunciar
la tormenta,
sueño que apenas canta
el pétalo
se matizan las piedras
que atasca este nudo
que abraza desnudo
el rayo de una letra,
sueño tu escudo
como un plato de frutas
que nos mancha la ropa,
la risa, la boca
es un barco de pulpa.

Fui una rama en el columpio
y lienzo sobre el pasto,
cuando el tiempo
le dio altura a mi paso
no lloré nunca mas.

Con soltar mis ojos a              pintar
ya no tuve mas años.

Frente al mar
el grito es una foto,
con un rincón de tu rostro
puedo serlo todo.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Bandera

I
Con el claro en que me habitas
duerme un gato entre mis libros,
cuando el río trae tormenta
boca arriba es un lugar.

Voy a quitarle los ojos
a tu cuervo de bordes,
sobre el pasto, al horizonte
en raíz de monte habremos nidos.

II
Siluetas grietas en la memoria
se anegan de huellas a andarlo todo,
en guardar del polvo la esencia en estrella,
con la lumbre al ojo, toda lengua estremece en labio.

Juntos los dientes de los diarios
tensan mi cama
mas la piel que vestiré mañana
tendrá el humo de tu café.

III
Una voz longeva anida al curso de tu cintura,
repite un tramo de mi locura:
palomas piernas
pan de los mares, lunar!

Sobre un puñal de razones
apoyaré desnudo el ojo de triada,
horada la ruptura en bocanada
la lluvia volverá a ser un juego.

IV
Hay tierra sobre sueños
y sueños sobre piedras,
el jardín
es la piedad tras la bandera.

jueves, 3 de enero de 2013

Ala teoría



En tus órbitas
cabalga mi derrota
como un mito;
a la luz de la sangre
el animal pierde la madre
y la paciencia por la luna.

Con las piedras
que enderezan la locura
se hieren las nervaduras
pero no calla la flor,
es todo grito la expresión
de un sueño atado a la cintura,
mas río arrastra mas color
y el sol es sólo otra ilusión,
sombra adentro
es que se vuela y se nace.

Antes de amarte
no era menos sincero
pero al dormir tu sendero
no puedo dejar de cantar.

La silueta rompe al río
para darle un qué soplar,
así
el tiempo es el puñal
que al hombre pule de hastío,
una tormenta agrieta igual
que un barco anclado
a la espesura del vacío.

En mi trinchera de extravíos
voy a dejar junto a la puerta
incienso y agua,
comeremos de nuestra carne la mañana
y el desapego a la teoría.