Y recorrerte con el hambre holístico
con que atraviesan los libros,
perfume, texto y textura
en una inercia remota que crispa el cuerpo que ocupa,
que acerca el barro a la boca
en la nostalgia infantil que da la saciedad y locura.
miércoles, 20 de enero de 2010
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Muy lindo. Saludos!
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