lunes, 18 de mayo de 2009

En los cajones

Con el tiempo
no fue necesario pronunciarte.
Un hueco traía otro hueco.
Mi rostro era un triste retorno
hacia cada detalle.

Un perfume desnuda un ajuar
en la puerta de un atrio que nunca pisamos,
el cancel acerca ese pan hacia lados del mar que nunca dejamos.

Bailaremos nuevamente
y sabremos como reírlo.
Cercaremos el olvido y el presente
con palabras que apoyen sus codos en la mesa.
Mentiré si es justo
lo que quepa en el sonido.
Nuestro amor es solo el estado en que huyen las cosas.

Con el tiempo
un remanso lloverá lo mismo que el todo.
Esta lía remienda el oro hasta la flor
que omite el verde y el rojo.

Habrá sal en los cajones,
tu antonomasia eficaz
transita el final del renglón
con la certeza de mi puño.

4 comentarios:

  1. ¿Dónde queda la calle con muchos árboles de la cabecera?

    Tu estilo de poesía me agrada...

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  2. Gracias Laura por tu visita y mas aún por las palabras..
    La calle de la foto queda en Colonia, Uruguay.
    Saludos,

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  3. La certeza del puño es imbatible. Es el punto final, jamas la coma. Es el cierre del telon, el aplauso y posterior ocaso.

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  4. amo las celles de colonia....tienen tambien ese que se yo viste? pero ese que se yo que vos tambien..o sea, mas que eso...mucho mas...

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