Algo nomas,
una porción para ver,
un ademán que sentir,
un poco
de fiebre.
Procuraré llegar
antes de irme, la próxima vez,
si nube hoy se decide
haré pizarra, como tantas,
esta firme reja.
Exparsiré manojos en las plazas
de tibieza y letra
sin levantar,
aunque ya no caiga
y no haya de dónde,
aunque ya no espere
y el sol vuelque rabioso.
Algo decir,
una cuestión,
un gesto cresta de luna,
una poca
de levedad.
Habré en los rieles
que quepa vía,
en los que no
muerta traeré
la forma que
luego haré flor
de propia tinta,
de propia muerte.
Trozaré en miradas,
percianas ignotas de mi palma,
hilaré quién ala consiva el centro que me aliviana
y seré todo
quién pueda al arar.
Algo girar,
una pregunta y agua,
una cornisa de vergüenza y placer.
martes, 1 de septiembre de 2009
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Me había olvidado ,
ResponderEliminarlo lindo que escribís....
pero,
se puede sentir placer
cuando la corniza es de verguenza?
Hablo de la corniza y verguenza como referencia al vértigo y al sentir un no control sobre lo sentido y actuado...de ahí el placer, aún siendo un placer lejano a nosotros..
ResponderEliminarGracias por pasar y dejarme unas palabras Lucía..
Besos