En cada foto del día
un anagrama de signos
te mantiene a flor de mente,
bajo la piel de la corriente
corroe.
Verba tribal de lo ausente,
alameda maternal que se resiente
sólo en el ojo.
Qué parir con tanto vértigo
aún corrigiendo su gesto,
con tanta inercia de amor
valgo un jardín.
Voy a perder la nariz,
el vientre, el cielo
y la risa de lo polvo,
voy a vaciar tus felinos escombros de simpleza,
a ahogar toda maleza cotidiana,
el silencio en la palabra de estar,
voy a vestir de negro mi verdad
y darme en tu lugar,
sé que tu miel va a perdurar
si hago semillas de tus ojos,
voy a treparme a ver mañana
desde el París que abrí en tus hombros.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
Flor del lagrimal
Una estación
de improbables palomas
entreteje un balcón
que mi sol sólo asume.
Podría bailar hasta la carcajada
tu columpio de signos
que percibe la noche.
Soy un leve
rumor de metal
que repiten los muros,
hoy dormía abrazando un puñal
otro tiempo de tazas
que me ahogó hasta el desnudo.
Con el cielo
sangriento de cal
beso la soledad
como un gesto placebo,
te fraseo
flor del lagrimal
con tu brillo frutal
como rito hacia el fuego.
Cuando el vino es el tono del pan
el acto y el pensar
se desunen por sexo.
de improbables palomas
entreteje un balcón
que mi sol sólo asume.
Podría bailar hasta la carcajada
tu columpio de signos
que percibe la noche.
Soy un leve
rumor de metal
que repiten los muros,
hoy dormía abrazando un puñal
otro tiempo de tazas
que me ahogó hasta el desnudo.
Con el cielo
sangriento de cal
beso la soledad
como un gesto placebo,
te fraseo
flor del lagrimal
con tu brillo frutal
como rito hacia el fuego.
Cuando el vino es el tono del pan
el acto y el pensar
se desunen por sexo.
jueves, 26 de abril de 2012
Intuición
Guardarte al ojo,
templar las tormentas
a que den su prisma lengua
de onírico rimel.
Algo mas que orillarnos,
hendir como un erizo de rosa,
libar la primal memoria
y fulgir las uñas del caos
latiendo el aire
a remozar la maleza
como un gesto de la carne,
gota al fin
que savia salve la herida,
la hendija anochecida
dónde volver es nadarte.
Pulpa y así…
Es que no hay fuga
de éste lado de la mente
que pronuncia las paredes
y en el cielo ve cuadrantes,
hay puerta sólo en la llave
pero nos pueblan los huecos,
con el jardín
nace un sendero que sólo empuja el perfume.
No se quita con las manos
lo que se hunde con la boca.
Gubia de estremecer,
descorrer el tiempo
que funda finitez,
volcar otoñal
la gracia coralina de aturdir,
dar muerte a la espada,
al espejo,
habitar por plenitud,
manando
todo siempre está por darse.
Tenso tu espalda
y brotan en mis pies
un serpentario de horizontes de intuición.
templar las tormentas
a que den su prisma lengua
de onírico rimel.
Algo mas que orillarnos,
hendir como un erizo de rosa,
libar la primal memoria
y fulgir las uñas del caos
latiendo el aire
a remozar la maleza
como un gesto de la carne,
gota al fin
que savia salve la herida,
la hendija anochecida
dónde volver es nadarte.
Pulpa y así…
Es que no hay fuga
de éste lado de la mente
que pronuncia las paredes
y en el cielo ve cuadrantes,
hay puerta sólo en la llave
pero nos pueblan los huecos,
con el jardín
nace un sendero que sólo empuja el perfume.
No se quita con las manos
lo que se hunde con la boca.
Gubia de estremecer,
descorrer el tiempo
que funda finitez,
volcar otoñal
la gracia coralina de aturdir,
dar muerte a la espada,
al espejo,
habitar por plenitud,
manando
todo siempre está por darse.
Tenso tu espalda
y brotan en mis pies
un serpentario de horizontes de intuición.
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