En cada foto del día
un anagrama de signos
te mantiene a flor de mente,
bajo la piel de la corriente
corroe.
Verba tribal de lo ausente,
alameda maternal que se resiente
sólo en el ojo.
Qué parir con tanto vértigo
aún corrigiendo su gesto,
con tanta inercia de amor
valgo un jardín.
Voy a perder la nariz,
el vientre, el cielo
y la risa de lo polvo,
voy a vaciar tus felinos escombros de simpleza,
a ahogar toda maleza cotidiana,
el silencio en la palabra de estar,
voy a vestir de negro mi verdad
y darme en tu lugar,
sé que tu miel va a perdurar
si hago semillas de tus ojos,
voy a treparme a ver mañana
desde el París que abrí en tus hombros.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
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